Aprender inglés con dislexia

En el mundo en que vivimos la necesidad de aprender inglés obliga. Pero no todo el mundo tiene la misma capacidad de aprender  con facilidad.

Algunas personas tienen dificultades añadidas además de las que todos tenemos al enfrentarnos a un nuevo aprendizaje, como pueden ser las personas con dislexia.

En la actualidad se recoge que entre y 5% y un 10% de las personas del mundo tienen este trastorno del aprendizaje

Al presentar dificultades para aprender cualquier cosa, que suponga hacerlo a través de la lectura, el aprendizaje de un nuevo idioma se hace mucho más complicado, y el inglés mucho más por la diferencia fonética de nuestros idiomas

Pero complicado, no significa imposible, por lo que a base de esfuerzo y ciertas adaptaciones, las personas disléxicas pueden llegar adquirir inglés y cualquier otro idioma.

Para empezar debemos tener claro lo que supone la dislexia para poder conseguir  aportar un aprendizaje.

La International Dyslexia Association, describe la dislexia como una dificultad del aprendizaje de origen neurobiológico. Esta dificultad está presente sobretodo en la lectoescritura, afectando también a la ortografía. En realidad afecta en general a la decodificación de nuestro código de comunicación (letras y números)

No interfiere ninguna causa intelectual, cultural o emocional, únicamente la genética y se da en personas con inteligencia normal e incluso por encima de la media.

Como profesor se debe de conocer cuál es la manera de aprender que tienen una persona con dislexia para poder adaptar el método al esfuerzo que va a hacer esa persona a la que estamos enseñando.

Como persona disléxica, se debe tener claro cuál es el trastorno que presenta para ser consciente de hacia dónde debe enfocar sus esfuerzos en el aprendizaje, como por ejemplo en el inglés.

Este trastorno tiene consecuencias secundarias como por ejemplo la depresión o la inhibición progresiva, que por la falta de información y desconocimiento por parte de la sociedad hace que el diagnostico se haga tardío, no permitiendo hacer una intervención precoz en el aprendizaje.

Uno de los primeros problemas que se presentan a la hora de aprender inglés cuando se tiene dislexia es aprender un idioma del que no se conoce la parte oral, por lo que al intentar transcribir la parte oral a la escrita, empiezan los problemas, angustia, falta de concentración, lentitud, etc.

Hay que tener en cuenta que una persona disléxica al enfrentarse al inglés pierde las referencias fonéticas, pues tienen que reconocer sonidos nuevos que hacen tambalearse todo lo que habían aprendido anteriormente

Por ejemplo, la “a” se transforma en “ei” la “e” se trasforma en “i”, la “i” se trasforma en “ai”, algo que para la persona disléxica puede ser difícil de consolidar, pues había invertido gran esfuerzo en asociar los símbolos escritos a los fonéticos.

Ante todas estas dificultades la manera más efectiva para que una persona con dislexia aprenda inglés es tener clases particulares con un profesor en su domicilio, clases en las que se tenga en cuenta su dificultad y se adopten unas estrategias específicas enfocadas única y exclusivamente a esa persona.

Como las clases particulares se centran en los objetivos y dificultades de cada alumno en particular, permiten que se pueda centrar en los puntos de bloqueo.

Lo primero que debe tener el profesor de inglés con un alumno disléxico es paciencia y saber escuchar. Pues el problema no es del profesor y por lo tanto debe de ayudar al alumno a salir de ese punto de bloqueo teniendo paciencia y adaptando el método y los tiempos para que el alumno no se desmotive. Para ello ayudará mucho hacer que las clases sean lúdicas y diferentes a las clases tradicionales.

Las clases se deben enfocar hacia el punto de vista de “hacer oído” pues la dificultad de una persona disléxica se centra en la lectoescritura. Una manera de trabajar la memoria fonética-visual es asociando sonidos fonéticos a colores, ofreciéndole al alumno un esquema que asociar a un color.

Una de las cosas más difíciles de cualquier aprendizaje es mantener el nivel de motivación, punto que se acentúa en una persona disléxica, por lo que se debe tener presente las dificultades que presenta para que se sienta comprendida y apoyada.

Teniendo en cuenta que la dificultad se centra en la asociación escrita, se debe empezar con la parte oral, capacitando al alumno a la reproducción oral del inglés, aunque no se conozca la parte escrita del idioma, eso ayudará a hacer discriminaciones auditivas de fonemas diferentes a los que estamos acostumbrados (De la misma manera que de pequeños aprendemos nuestra lengua materna).

Una vez que se consoliden esos nuevos fonemas, podemos pasar a reconocerlos de manera escrita, con un esquema de colores para que una vez memorizados sea capaz de reconocer como se escribe lo que ha escuchado y es entonces cuando podemos pasar a la escritura del inglés, haciendo por ejemplos dictados.

Así que como podéis ver, no es imposible que una persona con dislexia aprenda cualquier idioma, incluido el inglés.

Simplemente hay que tener paciencia y adaptar el tipo de clase que se imparte a la persona que la está recibiendo, haciéndolas lúdicas y divertidas, diferentes a lo que estamos acostumbrados, para poder mantener asi el interés del alumno y que su motivación ascienda.

Debemos tener presente los logros conseguidos, pues es una manera de seguir adelante y querer conseguir más.

Y en eso consisten las clases particulares de Native Profesional Teachers, en adaptar el método a cada alumno, no solo los que presentan dificultades, pudiendo así fortalecer los puntos débiles del alumno frente al idioma, teniendo en cuenta las necesidades y objetivos que presentan para poder avanzar de manera consciente manteniendo la motivación en lo más alto.